Si bien el tiempo no ha pasado en vano por ciertos aspectos de la película, su mensaje sigue, por desgracia, más vigente que nunca. 'Natural Born Killers', la que podríamos considerar como la obra más controvertida del ya de por sí siempre divisivo Oliver Stone, cumple 30 años y lo hace en una época en la que su afilada visión del sensacionalismo mediático, encarnado aquí en la glorificación del crimen por parte de los medios, convive con una realidad donde ver las noticias puede ser, paradójicamente, un acto de desinformación. La implacable mirada de Stone, quien partió de una historia original de Tarantino para el guion, se enfoca en esa crítica a la sociedad contemporánea y la proyecta en la peculiar relación que mantienen Mickey y Mallory, una pareja de criminales con pasados traumáticos que, de alguna manera, parecen encontrar su propia catarsis personal a través de la violencia. Son almas perdidas que solo se tienen la una a la otra y cuya pasional dinámica, tan liberadora como autodestructiva, jamás encuentra forma de saciar sus instintos más salvajes.

Personajes egoístas, amorales y, en su mayor parte, despreciables, pero también profundamente carismáticos. Stone, jugando siempre a la provocación, aprovecha esa dualidad para crear un punto de ruptura que, al mismo tiempo, no hace sino enfatizar todavía más su crítica hacia la prensa más amarillista. Nosotros, como meros espectadores, seremos testigos tanto de las muchas brutalidades cometidas por Mickey y Mallory como, del mismo modo, de la falta de escrúpulos de aquellos que solo buscan su minuto de gloria a base de vender morbo, fabricar celebridades y, en definitiva, crear espectáculo. Lo que comienza como la historia de dos sociópatas enamorados da así paso a esta mordaz, excesiva y, por momentos, psicodélica sátira social tan cargada de estímulos audiovisuales como de golpes de realidad. La romantización y banalización de la violencia encarnadas en el que aún es, y pese a las tres décadas que arrastra a sus espaldas, uno los mejores recordatorios de que el primer paso para conocer la verdad pasa, por curioso que resulte, por apagar la televisión.

Una LOCURA de película, es tan rara, tan extraña pero sin embargo capta tu atención y quieres saber por donde va a salir.

- La violencia con amor....

Vamos a poder ver la vida de un chico y una chica que se conocen de repente, y de esa unión sale una serie de violentas muertes a sus espaldas.

Empieza "bien" con esa primera situación que vamos a poder presenciar y ya se va a poder ver desde el principio que va a tener un desarrollo muy particular, chocante, etc. Creo que se podría dividir esta historia en dos partes, una desde ese principio hasta alrededor de la primera hora en la que coincide con un hecho importante en ese tramo, y luego desde esa duración, hacia el final en la que parece que el "tono" de la película cambia o al menos durante un tramo pero que luego vuelve a sus orígenes y de que manera, de forma exponencial conforme se acerca al final de la película.

Su desarrollo técnico parece en constante desequilibrio por la forma en la que se ha montado y/o grabado la película, con la utilización de la gama de colores y pasar al blanco y negro, o simplemente a un color en concreto, también por la aparición de animación, o por continúa exposición de imágenes.

Es entretenida, no te vas a aburrir y seguro que no te dejará indiferente. Hay violencia para dar y regalar, va muy sobrada ahí. También se da situaciones surrealistas, y llega incluso a jugar con el humor en una escenas destacables ***contenido con spoilers*** . Podría servir también como crítica sobre algunos temas ***contenido con spoilers***

Las actuaciones son sensacionales, nombrando a ese dúo protagonista formado por Woody Harrelson y Juliette Lewis, pero no se quedan atrás unos locuelos Robert Downey Jr y Tommy Lee Jones.


Lo dicho es tan rara, chocante, que alguien la podrá ver y le parecerá que es buena y otra persona la verá y dirá que es mala, y podrían tener ambas razón.

Es flipante cómo está grabada, desde el mísmisimo inicio utiliza un buen puñado de recursos diferentes.

El "sketch" de la familia de Mallory es una puta locura ***contenido con spoilers***

Actuación tras actuación, son todas brutales...y hay cada actor de flipar.

Lo que empaña quizás la película es que llega a ser pesado el abuso de los diferentes recursos, y la historia se ve un tanto en segundo plano...y no es un tema cualquiera, porque tiene un transfondo que analizar.

En resumen, no es una típica película, ni mucho menos, es sorpresa tras sorpresa con unas grandísimas actuaciones.

Envuelta en la polémica sobre la exaltación de la violencia y sus límites a la hora de mostrarla, coincidiendo en cartelera con otro icono del género (Pulp Fiction) con la que guarda múltiples puntos en común, no en vano la historia de Micky y Mallory es obra de Tarantino, el filme sigue siendo casi 30 años después igual de impactante. Oliver Stone mezcla diversas técnicas cinematográficas y formatos (en eso también recuerda a la narrativa de Tarantino, por ejemplo en Kill Bill, y no estaría de más recordar que Stone lo utilizó primero) para conseguir una sensación de pesadilla e irrealidad que nos envuelve en una ópera de sangre y violencia. Ante una obra tan visceral, solo puedo recomendar su visionado y que juzguéis por vosotros mismos.