Pelicula diferente, con una cruda realidad, merece la pena verla.

Otra gran película de Viggo Mortensen, que tiene una filmografía super consistente que ya querrían muchos. "La carretera" es una historia post-apocalíptica bastante dura, con un buen planteamiento y un buen manejo de las emociones. Hace años que leí el libro así que solo tengo un recuerdo genérico de él, pero creo que el tono está muy bien trasladado a la pantalla y transmite ese desasosiego y desesperanza permanente en un mundo completamente desolado y también desolador.

En "La carretera" nunca sabemos cuál ha sido la causa de la catástrofe que ha llevado a este punto de extrema supervivencia, solo conocemos las consecuencias. Se nos dan pinceladas muy leves, como el hecho de que el planeta parezca básicamente un páramo, terremotos, clima difícil, frío... Pero tampoco hace falta mucho más. El argumento gira en torno a un padre y su hijo que intentan llegar a la costa para encontrar un lugar más habitable, pero el camino (o la carretera, como queráis) es una odisea donde solo pueden pensar en el día presente y en buscar comida y refugio para no morirse de hambre, de frío o por encuentros peligrosos. La poca gente que encuentran es siempre un potencial enemigo, o bien porque quieren robarles sus pocas pertenencias o porque tienen armas o porque son directamente caníbales... La lucha por los pocos recursos que quedan y por vivir otro día más convierte este relato en un constante desafío para conservar su esperanza y humanidad.

No es una de esas historias post-apocalípticas de gran acción o tensión, sino más bien de crueldad, dureza y soledad, con el foco siempre encima de nuestros dos protagonistas y su relación paternofilial. Muy bien interpretada y con una paleta de colores fríos que cala hasta los huesos. El filtro grisáceo contribuye a que te sientas dentro de ese paisaje siempre desolado y abandonado donde parece que ya solo queda ir cavando tu propia tumba y abandonarte a la extinción. Gran trabajo.

Visualmente majestuosa. Desgarradora en su argumento.

Seguramente sea la ficción que más fielmente recrea un hipotético apocalipsis. No se explica cómo ni porqué, sólo ocurre, y de repente la tierra que nos lo da todo, ya no da nada, se nos vuelve hostil.
Nos hemos hecho a la idea de verlo plagado de zombies, monstruos, alienígenas... para así tener claro que nuestro bando es el de los luchadores que sobreviven, el de los buenos, pero tantas veces se pregunta en la película que nos lleva a la conclusión de que no hay tales bandos, ni buenos, ni malos.

Estamos ante una película durísima, en todo lo que nos ofrece, argumento, fotografía, sonido, pero que consigue envolverte en todo y generar sensaciones.
Actuaciones estelares, especialmente de Viggo Mortensen, que te hace sufrir con él todo el camino, y Charlize Theron (no soy imparcial, lo reconozco) que con cada intervención nos da una puñalada.
Unos escenarios casi monocromáticos que dotan de un halo de tristeza y desesperación a cada escena.
Y un sonido con unos silencios muy cuidados y sabiamente situados.
Tengo la sensación de que sientan bases de muchas de las obras que vendrán después.

Son los momentos en los que el padre parece entregarse a la fe los que me restan, no se explican los motivos por los que el este decide ser distinto a los demás, cuando todo te dice a la cara que no es el camino correcto. Ni una historia previa, que nos diga si era cura o médico, sus orígenes para entenderle mejor, nada.
Tampoco se incide en la evolución de los personajes, en un viaje que aparentemente debe ser más largo de lo que nos muestran, y que sin duda debe marcarte y modificarte más que nada que hayas vivido antes.

Y por último el final, tan criticado en su día, porque hasta el color cambiaba dando un toque de buenismo que desentonaba con la hora y media anterior, pues que queréis que os diga... no lo habéis entendido

Una bofetada a muchas de las cosas en las que creemos. En el caos apocalíptico la película nos pregunta qué haríamos nosotros para mantener nuestra humanidad y no perder la esperanza. En mi mente sigue sonando la pregunta del nño: ¿papá,seguimos siendo los buenos?