No cabe duda de que la década de los 90 fue una de las más prolíficas en cuanto a grandes títulos de ciencia ficción se refiere, pero, si tuviera que destacar uno solo por su originalidad, ese sería sin duda 'El quinto elemento', una de las películas futuristas más divertidas de la época y, al mismo tiempo, una de las más subversivas. Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que a los mandos del proyecto estaba nada más y nada menos que Luc Besson, quien supo trasladar toda su irreverencia a una historia donde había tanto espacio para el puro espectáculo palomitero como para las reflexiones más trascendentales. Es decir, se asomaba cierto poso existencialista en su visión de un futuro distópico al borde de su inminente colapso, pero también un marcado tono paródico en su desfile de personajes excéntricos, situaciones surrealistas y diálogos socarrones. Todo estaba permitido en este sorprendente despliegue de libertad creativa, pero lo mejor de todo es que, de algún modo, todo encajaba a la perfección.

La propuesta ya era una locura en sí misma, pero es que los personajes no se quedaban muy atrás. Lo curioso es que todos y cada uno de ellos, ya fuera el inclasificable villano Zorg (el siempre polifacético Gary Oldman), el carismático Korben (un Bruce Willis metido a taxista macarrilla) o la enigmática Leeloo (una magnética Milla Jovovich en modo ser primordial), estaban basados en arquetipos clásicos del cine, solo que llevados casi al extremo de lo caricaturesco a través del habitual prisma rupturista de Besson. Personajes llenos de excesos que, sin embargo, se movían siempre en ese perfecto equilibrio entre seriedad, comedia y transcendencia que tan bien encajaba con el propio tono de una película tan dispuesta a contar una historia épica como a ridiculizar todos los tópicos de la ciencia ficción. Sin duda, una rareza dentro de su género que no solo brilla en su colorida estética retrofuturista, sino, sobre todo, en su atrevida forma de conjugar ideas, conceptos e influencias para dar forma a un pirotécnico espectáculo que es puro disfrute de principio a fin.

Para mí, multipasa con nota y verde absoluto. Super verde.

La de veces que habré visto esta película... De hecho hace cosa de un mes o dos la pusieron en televisión y ahí que la estuve viendo otra vez, es que es mítica, el pelo y el traje blanco de Milla Jovovich forman parte de la historia del cine y siempre la formarán, y qué decir del peinado de Gary Oldman.

Es pura ciencia ficción, con criaturas de lo más variadas, personajes carismáticos y color, mucho color, además de acción a raudales y momentos muy divertidos, algunos de ellos por lo cutre, pero es que nadie puede negar que un poco cutre sí que es, pero forma parte de su encanto y sin ese toque no sería El quinto elemento.

El momento "¡multipase!" me seguirá encantando pasen los años que pasen.

El quinto elemento es una película de acción y ciencia ficción, protagonizada por Bruce Willis, Milla Jovovich y Gary Oldman, dirigida por Luc Besson.

En un mundo futurista, tenemos a Korben Dallas, un ex militar que ahora lleva un taxi. Por cosas del azar, acaba en su vehículo una bella joven, en cuyo interior está la llave para salvar a la humanidad. Ahora tendrá que ayudarla antes de que el mal llegue a la Tierra.

Es una mítica. Si me pongo a estrechar el cerco, igual es hasta un top-3 de Bruce Willis, pero tendría que estrujarme un poco más los sesos.
Me resulta difícil dejar una crítica a una película para la que no tengo objetividad. Pero bueno, en su día la tuve.
El quinto elemento, es una película en la que la mezcla de acción, comedia, escenarios futuristas y una música que aporta mucho (y que entre otras cosas, deja para la historia la escena de la ópera), forman un cocktail muy efectivo y entretenido.
Además de una buena dirección de Luc Besson, y una muy buena música, tenemos el reparto, en el que todos rebosan carisma, desde Willis, Jovovich, Gary Oldman hace un villano también pintoresco, Chris Tucker, Ian Holm.... hasta el presidente de los Estados Unidos cae bien.
La comedia no sólo cae sobre los hombros del más evidente, que sería Tucker. En esto todos ponen su granito ("Leeloo Dallas Multipase") sin que la comedia sea lo que más destaque necesariamente de la película.

Una de esas películas para las que cuesta encontrar detractores, y no sólo es una obligada de la filmografía de cualquiera de su reparto. Creo que ha envejecido bastante decentemente, como para que su revisionado casi 30 años después (que se dice pronto) siga siendo algo muy entretenido.
¿Verde?

Un peliculón de ciencia ficción divertido, potente y vistoso que logra combinar la arqueología egipcia, con la ciencia ficción futurista, con el colorido y la brillantina y con la acción contrarreloj. El quinto elemento es una película llamativa y creativa de las que te hacen echar de menos la época de los guiones originales con narrativas novedosas sin temor al fracaso frente a las constantes adaptaciones de cosas que ya existen en otros formatos o en el mismo y que tanto copan la cartelera actual.

Se trata de un filme muy conseguido a nivel visual, que entiende perfectamente el poder de una estética bien trabajada y rompedora. Destaca la dirección y el diseño artístico, el vestuario, la escenografía... Eso ha hecho que muchas de sus imágenes perduren en la memoria colectiva: esos looks de colores vistosos, la escena con la cantante de ópera alienígena, una Mila Jovovich con su pelo rojizo y su traje de tiras, el taxi volador... Aunque también destaca por una trama ágil y entretenida que sabe combinar bien la extravagancia y la diversión con las escenas de acción y un mundo que se siente vivo y bien construido. Esta extravagancia se nota sobre todo en el excesivo personaje de Ruby Rhod, carismático, loco y lleno de energía, con una pluma fabulosa que en los años 90 era casi un rara avis. O el villano caricaturesco de Gary Oldman. Todas las actuaciones acompañan para redondear una historia atractiva y con muchísimos elementos distintos que encajan a la perfección.

Lo único que no me gusta es la historia de amor. Sé que es lo típico y es más de lo mismo, pero de verdad que Leeloo es un personaje femenino muy infantilizado y me resulta hasta desagradable ***contenido con spoilers*** y me corta mucho el rollo la escena final.

No obstante, en conjunto El quinto elemento me parece una película imprescindible de la ciencia ficción. Sobre todo porque es peculiar (y peculiar para bien, logrando que el experimento funcione), lo que en cierta forma la hace única. Por todo eso suele ser recordada con cariño y disfrute por los aficionados al género. Y con razón.