No tiene la magia ni la fantasía de otras películas de Studio Ghibli, pero hablar de 'Recuerdos del ayer' es hacerlo, a cambio, de uno de los títulos más cercanos y realistas que hayan salido jamás de su inagotable máquina de crear historias. Un emotivo viaje a través de la memoria con el que Isao Takahata, la otra gran mente del estudio junto a Hayao Miyazaki, nos acerca a la vida de Taeko, una joven oficinista que roza la treintena y que, aprovechando sus vacaciones de verano, decide regresar al pequeño pueblo donde pasó los mejores momentos de su infancia. Los fragmentos de ese pasado lejano, marcados por los sueños e ilusiones de una niña de su edad, irán aflorando mientras se confunden con la frustración adulta de las expectativas incumplidas. Lo que vendría a ser el proceso natural de crecer, madurar y asumir que la vida no discurrió por los caminos que esperábamos, solo que reconvertido, a su vez, en una catártica experiencia sobre la importancia de descubrirse a uno mismo, aceptarse y hacer las paces con todo aquello que nos llevó a ser quienes somos.

Takahata, imponiendo su inconfundible estilo a la película, nos transporta así a un apacible cúmulo de momentos que se van debatiendo, a través de un magistral uso de los flashbacks, entre las nostálgicas instantáneas de la infancia —de tonos claros y difuminados— y la detallada y colorida cotidianidad del presente. Es un canto a la tranquilidad de la vida campestre y a la sencillez que esta ofrece, pero también a todas esas vivencias que conforman nuestras infancias y que, por desgracia, no aprendemos a valorar hasta que las echamos de menos. El imparable fluir de un tiempo que se nos escapa entre los dedos sin prisa pero sin pausa; al mismo ritmo que el devenir de una película cuyo componente emocional, inseparablemente ligado a la conexión personal que despierte en cada uno, tiene la mágica capacidad de retrotraernos a épocas que dábamos por perdidas y, del mismo modo, a lugares que creíamos olvidados. Un entrañable homenaje a todos esos veranos que nunca volverán y, con ellos, a aquellas partes de nosotros mismos que, sin tan siquiera darnos cuenta, dejamos atrás.

Otra película de los Studio Ghibli, no es de las mejores, por lo menos para mí, no es el típico cuento de fantasía pero es una historia que es una auténtica montaña rusa tanto en su trama como en su ritmo, donde afloran todo tipo de sentimientos, ha habido momentos que se me ha hecho la historia algo cansinorra pero tiene otros especialmente divertidos y que ha conseguido sacarme en más de una ocasión una sonrisa.

Taeko Okajima, una joven cerca de la treintena con una vida asentada pero a la vez con muchos capítulos de su vida abiertos a lo que pueda suceder, como por ejemplo el amoroso, una chica que es la típica que no ha tenido pueblo de niña y que ahora disfruta de sus vacaciones en el campo de sus familiares como si de una niña se tratara, y en sus vacaciones hace un recordatorio de su infancia, especialmente del quinto curso, un año que parece ser le marcó demasiado.

Taeko Okajima lleva al espectador a un viaje de su niñez, en la década de los sesenta, donde vive con su abuela, sus padres y sus hermanas, mayores que ella, y relata en modo de flash back varios pasajes que le marcaron mucho, momentos divertidos, otros algo más pesados, otros un poco tristes, pero una historia muy real, donde consigue contagiar esa nostalgia al espectador. Una trama que entrelaza muy bien el pasado con el presente.

Hay dos momentos especialmente divertidos, el momento que descubre la menstruación y cuando su hermana le enseña matemáticas, otro momento en el que a mi me ha dado mucha rabia, su frustrado paso por el espectáculo, donde su severo padre se opone en rotundo y otros momentos que son algo más pesados, como ese supuesto primer amor.

Pero en todo momento la historia consigue ser cercana al espectador, por su naturalidad y realismo en el relato, donde seguramente muchas situaciones empaticen con los espectadores.

Como digo, no es de las mejores de Studio Ghibli, pero es de esas películas que a veces merece la pena verlas por su relato bien cuidado y porque tiene ciertos momentos especialmente divertidos.

Recuerdos del ayer es una película del prestigioso estudio japonés de animación Ghibli escrita y dirigida en esta ocasión por el fallecido Isao Takahata, que si bien es cierto que no tiene en su cine el atractivo que para mi tiene el del maestro Hayao Miyazaki no se le puede negar que es talentoso.
Lo cual para mi demuestra en esta historia cotidiana que nos habla de la vida de Taeko Okajima una joven que se pide un permiso de vacaciones para poder viajar a Yamagata, el pueblo de su cuñada, y mientras lo hace va recordando los felices momentos que vivió de niña.
En el transcurso de esta película vemos como ambas historias de alguna forma se entrelazan, por un lado tenemos ese viaje a la granja de unos familiares en el que vive intensamente su presente, pero por otro lado también vemos a su vez como la joven Taeko irá recordando su pasado en el colegio.
Lo cierto es que Takeo ***contenido con spoilers***
La película aunque no es de mis favoritas de este estudio, la verdad es que a mi me gustó bastante por lo que no puedo hacer más que recomendártela.

No me ha convencido, conociendo que provenía del estudio Ghibli, me esperaba que me maravillara de alguna forma como en otras películas.

Es una historia sencilla, intercalando lo que es el pasado con el presente. Me ha gustado mucho más ese pasado, la infancia de la protagonista, una niña diferente, y todo lo que le iba sucediendo. La parte del presente, aportaba poca cosa, si que ha sido interesante alguna que otra información sobre ese trabajo del campo, desde recoger unos pétalos hasta llegar a conseguir ese pigmento, pero poco más , esa parte se hacía como más lenta, le hacía perder ritmo.

Esa combinación del presente al pasado, al principio estaba bien conectadas, luego desde la mitad hacia el final de la película, esa conexión está sin venir a cuento. Me hubiera gustado haber conocido más sobre esa parte de romance que aparece al principio, pero que luego ya no se sabe más de ella. También para añadir, ha sido algunas decisiones del padre, ***contenido con spoilers***

Los últimos minutos de la película, si que ha estado original. a la vez que le añadía cierta belleza a ese momento.