Al principio te engancha, es intrigante. Y piensas que va a ser una gran sorpresa, pero no, el guión es irritantemente estúpido.
El famoso asesino del calendario no es más que un pretexto para poner de relieve un drama social, ya que esta película trata de la violencia doméstica o más bien del calvario de las mujeres maltratadas. Jules, que trabaja en una línea de ayuda para mujeres que regresan solas a casa por la noche, recibe una llamada de Klara, una mujer aterrorizada que asegura estar siendo acechada por el asesino del calendario. Una cita con la muerte para un dilema moral en el transcurso de una noche interminable... "Calendario Mortal" a menudo parece más una sesión de terapia que nos cuenta más sobre la difícil situación de esta mujer que una simple historia sobre un asesino en serie. Adolfo J. Kolmerer nos empuja constantemente hacia otra cosa, hacia algo que podría haber sido una gran película y se pierde en otra cosa. La historia tarda en arrancar, y excepto los primeros minutos que están bastante bien, el resto es aburrido. Aun así, se agradece que haya más películas denuncia en Alemania, 1 de cada 4 mujeres ya ha sufrido violencia a manos de un hombre, por lo que la película justifica su enfoque con una dirección muy fina.

Pues me ha sorprendido "El asesino del calendario" porque me esperaba un largometraje de terror y me encontrado un thriller relacionado con la violencia de género, tengo que reconocer que no lo vi venir.

El largometraje es una auténtica montaña rusa en su desarrollo, empezando de la mejor forma posible consiguiendo atrapar rápidamente al espectador con una situación de tensión y de intriga importante.

Jules, un hombre que se dedica a recibir llamadas de gente que en un momento dado necesita compañía y en una de estas llamadas recibe la de Klara, una angustiada mujer que le quedan pocas horas de vida porque ha sido amenazada por el asesino del calendario, un asesino en serie que anda suelto y que ese mismo día va a morir si no mata a su marido, una dura elección que hará que Klara necesite compañía, en este caso telefónico para aliviar su angustia.

Como comentaba el comienzo es inmejorable pero a medida que avanza la trama, se va perdiendo totalmente esa intriga y tensión, por un drama de malos tratos intercalado con la amenaza de una asesino en serie.

El querer mezclar los malos tratos con un asesino en serie y que el desarrollo vaya avanzando a través de una llamada telefónica consiguiendo que Klara y Jules tengan una conexión especial hace que todo se vaya distorsionando demasiado y sea un poco un revoltijo raro teniendo algunos momentos extraños e incluso ciertamente aburridos y situaciones cogidas con pinzas.

El final para muchos será previsible pero eso no es lo peor, me ha parecido una patochada grande, totalmente decepcionante, tanto cebar al pavo para luego comerte la carne de pescuezo...pues esa es la sensación de la película, que claramente va de más a menos.

Las interpretaciones tanto de Klara interpretada por Luise Heyer, como de Jules interpretado por Sabin Tambrea me han parecido las mejores, los demás intérpretes han pasado por la película sin pena ni gloria.

Esta película de producción alemana tiene algunos fallos de guion evidentes haciéndola en un momento dado extraña y es una pena porque con lo bien que había comenzado, era difícil mantener el nivel, pero de eso a que caiga la trama tan empicado pues me ha dado bastante rabia.

Aunque tiene sus momentos bajos pero en general se deja ver y en todo momento tienes ganas de saber como acabará Klara con su difícil decisión y con la espada de Damocles en su cabeza.

Si el director Adolfo J. Kolmerer pretendía hacer una denuncia social de la violencia machista ha errado el tiro haciendo una película que no le venía muy a cuento este tema, ha querido tocar tantos palos en una misma película que al final se ha quedado en una cosa extraña, si es que es lo que dice el dicho: no se puede estar en misa y repicando.