Críticas de Luz que agoniza

Logeate para poder valorar esta película

En la Inglaterra victoriana, una bella mujer (Ingrid Bergman) se casa con un famoso pianista (Charles Boyer). La felicidad desaparece cuando en la casa, donde años atrás se cometió un asesinato, la mujer empieza a oír extraños e inexplicables ruidos; mientras tanto, su marido la atormenta hasta hacerla creer que se está volviendo loca.

1944
114 min
Suspense Drama Misterio Crimen

RESEÑAS Y VALORACIONES DE Luz que agoniza

8 / 10
Super buena, muy recomendada. Es muy coherente que del titulo original se haya tomado para categorizar un fenómenos emocional.
Es bastante larga para lo que quiere plasmar, le sobran escenas o le falta variedad, pero aun así vale la pena. No se le puede pedir mucho más, pero se hubiera agradecido conceptos como los de The Others o The Hunt (2012), alargando el climax y despistándonos sobre los eventos.

Valoraciones en tu crítica:

6 / 10
Este remake de 'Gaslight' dirigido por Cukor mejora en algunos aspectos a la original: la introducción está mejor presentada y el reparto tiene más categoría. Además es una producción que está mucho mejor conservada que la película británica original.

Sin embargo, no habiéndome entusiasmado la trama cuando la descubrí por primera vez, el resultado en esta ocasión no difiere e incluso resulta menos cautivador por la ausencia de misterio.

Probablemente, es uno de los pocos casos donde quizás el remake puede ser mejor opción que la original, sin perjuicio de su absoluta falta de originalidad ya que es una réplica similar de la propuesta británica.

Valoraciones en tu crítica:

9 / 10
Cuando era pequeña y todavía no sabía leer, mi momento favorito del día constituía cuando mi prima o mi hermano me leían cuentos infantiles. Evidentemente no recuerdo nada de esos tiempos, pero mi hermano siempre decía que mi cuento favorito era Pinocho. Me gustaba tanto que lo recitaba en voz alta cada noche ocasionándole un buen susto a mi hermano que, en su inocencia, llegó a creer que su hermana de dos años ya sabía leer. Siempre he creído que existe un encanto innato en esas historias que conoces a la perfección, que puedes contarlas de memoria, de las que nunca te cansas. No hay misterio ni trampa ni cartón porque lo que te importa es quién te cuenta la historia, cómo te la cuenta y lo que eso te hace sentir. Algo así me ha ocurrido en ‘Luz que agoniza’, clásico del cine negro de George Cukor en el que intuyes la chicha del argumento en los primeros minutos. Ya supones la gran incógnita del filme, pero eso no le resta valor ni mucho menos disfrute porque lo importante es cómo el cineasta reconvertido en Scherezade te cuenta una historia mil veces vista en cualquier thriller psicológico al uso. Alejándose aquí de su vertiente más amable demostrada en ‘Historias de Filadelfia’ o ‘My Fair Lady’, Cukor plantea un misterio rocambolesco en el que Ingrid Bergman brilla tanto como esa luz de gas. Intensa, menguante y alarmante.
La trama nos sitúa en una idílica Italia en la que Paula trata de salir adelante y olvidar el terrible crimen que sufrió su tía, una de las mejores cantantes de ópera de su tiempo vilmente asesinada. Cuando conoce al cautivador Gregory, Paula cree haber encontrado el verdadero amor y ambos se mudan a la antigua casa de la tía en Londres, lo que ocasionará una ruptura en Paula que dará lugar a uno de los thrillers más terroríficos del cine.

Como curiosidad final, es esta película la que puso nombre al trastorno abusivo del “gaslighting”. Y sobra decir el por qué.

Valoraciones en tu crítica:

0 10 7.5 23