"No sólo hay que sobrevivir, hay que vivir".

Las películas de Bridget Jones son puro entretenimiento, ligeras, amenas, divertidas, frescas... Y por eso no esperaba semejante mazazo emocional que me ha provocado esta cuarta y última entrega.

Han vuelto a pasar unos años desde la tercera, tanto fuera como dentro de la película, y ahora Bridget, tristemente, es viuda y, aunque lleva unos años siéndolo, aún se está acostumbrando a vivir sola con dos niños, con cierta ayuda de un Daniel Cleaver que no cambia pasen los años que pasen. Pero todos sus amigos empiezan a insistirle para que pase página, que al menos se dé una alegría, que viva, y así entra en juego un chico que tal vez sea demasiado joven, pero tal vez es justo lo que necesita. Aunque también hay por ahí un nuevo profesor en el colegio de sus hijos...

No recuerdo cuándo fue la última vez que me reí así en el cine, pero a carcajadas, en serio, y no sólo yo, se oían un montón de risas durante la película. Y es que Bridget, aunque ya debe de pasar de los 50, sigue siendo como siempre, no se calla ni debajo del agua, es un desastre, es deslenguada y es un huracán que arrasa todo a su paso, aunque esté un poco de capa caída, y no es para menos. Pero es que también está adaptada a la actualidad, hay referencias a cierta plataforma de streaming y alguna de sus producciones, a las redes sociales, al consentimiento, algo que no se llevaba demasiado cuando se estrenó la primera película, e incluso al ghosting. También tenemos a una persona buscando reencontrarse a sí misma, intentando equilibrar lo que ella puede querer o necesitar con lo que necesitan sus hijos, intentando volver a encontrar una chispa que la ayude a seguir adelante, y el espíritu de Mark Darcy muy presente.

Pero es que en general nadie se ha querido perder esta fiesta de despedida de Bridget Jones, todos están de vuelta de una manera u otra, en mayor o menos medida, hasta Emma Thompson, aunque falta Patrick Dempsey, pero supongo que ya éramos muchos. Se nota que es la última película, también tenemos diversas referencias a las anteriores, en comentarios, en escenas que claramente buscan esa sensación, como ***contenido con spoilers*** , y hasta en el vestuario, ***contenido con spoilers*** . Y a la fiesta también se unen Leo Woodall, que cada vez me gusta más, ***contenido con spoilers*** , Chiwetel Ejiofor y Nico Parker.

Me parece muy curioso que la segunda me gustó bastante menos, la tercera me gustó más y esta cuarta me ha gustado aún más. Pocas sagas pueden decir que tienen una cuarta película buena, incluso a la altura de la primera. De hecho le pongo la misma nota que a la primera porque me niego a ponerle más que a aquella pero porque me ha encantado, no sólo me he reído como con ninguna, también me he emocionado mucho y he tenido las lágrimas a puntito de caer, sobre todo ***contenido con spoilers*** .

Hasta siempre, Bridget Jones, estoy segura de que volveré a verte alguna que otra vez cuando lo necesite, sobre todo esta última.

'Briget Jones: Loca por él' es la cuarta película de la saga del mismo nombre. En esta peli nos encontramos con una Bridget rondando los cincuenta, ***contenido con spoilers*** , retirada de la vida profesional y con un par de hijos. Decidida a mover ficha tras ***contenido con spoilers*** , Bridget decide retomar las riendas de su vida en un movimiento que recuerda mucho al de la primera película, con una serie de objetivos: ser mejor madre, reincorporarse al mercado laboral y darle una oportunidad más al amor.

Aunque temáticamente —por aquello de los objetivos— es la más parecida a la primera de las películas, he de decir que he notado un cambio importante: en la primera, Bridget era como cualquiera, una chica más del montón, a quien, intentando retomar las riendas de su vida, le ocurrían todo tipo de peripecias. En esta, sin embargo, parece que le suceden todo tipo de peripecias, a una chica que resulta ser Bridget. Lo que intento decir es que, mientras que en la primera el foco estaba puesto sobre el personaje y en su desarrollo, esta se siente más como una amalgama de gags. Y, por cierto, sobre los gags, hay algunos que son muy divertidos, pero también hay un buen puñado que no llegan a funcionar del todo.

Reproduciendo también los esquemas de la primera película, en esta también hay trío amoroso: con Bridget, pero sin Mark Darcy ni Daniel Cleaver. Ambos son sustituidos por los personajes de Roxster —un chico atolondrado y mucho más joven interpretado por Leo Woodall— y el señor Wallaker, profesor de los niños de Bridget e interpretado por Chiwetel Ejiofor. Y aquí ya sí que no hay color: el carisma de Hugh Grant y Colin Firth es tanto y su sombra tan alargada que los nuevos personajes se sienten diminutos a su lado. El personaje de Leo Woodall salva los muebles, con un cierto descaro que lo hace muy entrañable. Pero el de Chiwetel Ejiofor no hay por donde cogerlo. Lo siento, pero Mark Darcy es mucho Mark Darcy.

En definitiva, la peli se siente de las peores del cuarteto, que para mí quedan en este orden, de mejor a peor: 1>3>2>4. Lo que salva la película es la propia Bridget. Para los que llevamos siguiendo la saga desde 2001, ya es casi de la familia: es entrañable, adorable, caótica y patosa, y siempre da gusto reencontrarse con ella, aunque pasen los años. En ese sentido, genial por ella y por Renée Zellweger. Bienvenidas a casa ambas, cuando quieran. Pero el resto, pues igual no tanto.