Críticas de Los pecadores

Ryan Coogler (directo de algunas cintas de Creed y Pantera Negra, por ende entendemos que sabe manejar al actor Michael B. Jordan) nos trae una cinta cargada de conflicto por la desigualdad racial (afroamericana y asiática) pero lleno de acción, drama y terror.

Su primer acto nada hace sospechar lo que ocurrirá en el segundo, ya que se plantea un relato de una Estados Unidos de 1932 donde supuestamente la abolición de la esclavitud no está totalmente instaurada en todos los lugares y los personajes de color tiene alguna que otra relacion positiva con personajes blancos, hasta el primer giro donde se nos presenta una amenaza sobrenatural para la que nadie está preparado y que tiene visos y comparativa (con algunas reglas vampiricas) a la ya mítica "abierto hasta el amanecer".


La influencia y la cultura del blues está muy presente en la cinta (pese a una escena algo "fumatronica" que mete el director) y lo enlaza muy bien hasta el mismo final de la misma (el cual, a mi sinceramente, no me convenció) tiene un enorme reparto y una BSO cojonuda si te mola este tipo de sonidos.

El Blues no fue suficiente

Sinopsis
Dos hermanos dejan atrás su pasado criminal para empezar una nueva vida junto a en un nuevo local de música blues. La maravillosa música de un joven guitarrista atraerá a los más adeptos y al invitado menos esperado.

Crítica
Pues no he conseguido ver, salvó en la magnífica música, ninguna de las virtudes de las que se habla de esta película. Sin duda el blues se trata del centro del cuál gira el argumento, y tener un núcleo que funcione bastante bien parece ser que el acompañamiento a poco que esté trabajado y sea coherente ya debe llevar a un producto bien hecho. A mi percepción este principio no se ha cumplido. Insisto, el apartado musical que es el tema principal de la película me parece muy bueno, las canciones y piezas que componen la banda sonora son de alto nivel. Pero luego, todo lo que rodea al ámbito de la música, para mí, está unos cuántos escalones por debajo, hasta puede dar la sensación de efectista.

Este film, teniendo unas actuaciones bastante correctas de todo el elenco de personajes, a mi modo de ver, hay puntos bastante flojos que pesan en mi crítica. Que haya personajes principales que se discutan entre ellos y en la siguiente escena su estado de ánimo sea de complicidad saca de la película.

Para explicar los 2 puntos que para mi son los más débiles en cuanto a guion y lastran la historia recurriré a spoilers:

En primer lugar, tenemos a un vampiro que corre al atardecer (se le ve con el cuerpo quemado) y luego sólo necesita un haz de luz para morir. Además que en la escena que los indios le persiguen, hasta el momento en el que él entra en el plano, el vampiro lleva corriendo un rato, es decir, hacía más sol que en el momento en el que llega a la casa, pero ese sol no ha sido suficiente para matarlo, luego, cuando sí es necesario, al amanecer, muere.

En segundo lugar, el papel del Ku Kux Klan en la película. Pues con agujeros de guion por todas partes. Ya no me meto en el papel de los indios que saben el problema al que se pueden enfrentar. Es que, ¿Por qué no se sabe nada de que en ese pueblo hay miembros del clan racista más violento? La verosimilitud y la existencia de este grupo en la historia habría sido coherente si antes hubieran planteado algún asesinato, algún misterio sin resolver, algo donde agarrarse. No al final de la película una explicación para poder hacer una última escena de tiros porque la anterior, que es el cénit de la historia principal, se ha quedado corta. Sin el Ku Klux Klan la película funciona igual y no planteas agujeros de guion.

De verdad que creo que hay premisas muy interesantes, pero para mi con la buena intención no ha sido sido suficiente. Una lástima, ojalá me hubiera gustado tanto como a la mayoría.

PD: puede que la percepción negativa que tuve durante la película también venga provocada porque al visualizar uno de los trailers sabía giros de guion que deberían haberse protegido mucho más. Bastante decepcionado también con que no se sepa hacer el montaje de un resumen de una película sin desvelar spoilers, es una tendencia bastante extendida ya, que fastidia muchos visionados, porque, como en esta película, estuve los 2 primeros actos esperando que llegara la acción.

Una buena película con algunas cosas originales y otras no tanto, tomadas de otras películas aunque adaptadas a su estilo y que en general encajan bien en lo que nos quiere contar. Empieza como la historia de dos hermanos gemelos que regresan a su ciudad natal, en el Misisipi de los años 30, tras un tiempo viviendo de forma poco ortodoxa en Chicago, pero a medida que pasan los minutos todo va tomando otros derroteros, algunos más convincentes que otros, aunque siempre con el toque justo para que quieras saber qué pasará a continuación. La música y la parte visual también ayudan mucho, haciendo que toda la película tenga una potencia artística muy notable. Buena actuación también por parte de Michael B. Jordan, y además por partida doble, que además está muy bien acompañado por un reparto a la altura.

Sorprendente y recomendable, es una de esas experiencias que aun sin ser perfectas, tienen mucho que decir.

En 1932, los hermanos gemelos Smoke y Stack Moore, regresan a su Misisipi natal .Antiguos secuaces de la mafia de Chicago, ahora buscan montárselo por su cuenta, levantando un club nocturno de blues para la comunidad negra. Sin embargo, la misma noche de la inauguración, unas presencias extrañas amenazan con poner en riesgo el club, sus clientes y la propia vida de los hermanos.

Salgo del cine con una sensación extraña. Por cómo se ha promocionado 'Los pecadores', tenía la sensación de que iba a ver una película clásica de gánsteres con elementos sobrenaturales. Y sí... Pero solo el primer trozo de la película.

Me explico: la película empieza muy bien, con los hermanos regresando a su tierra natal, explorando muchos aspectos de la vida de las comunidades negras en el sur de Estados Unidos: la esclavitud, el racismo, los campos de algodón, el Ku Klux Klan, la importancia de la música, el peso de la religión, de los cultos vudú, las relaciones interraciales... En ese sentido, el primer tercio de la película me ha encantado, a medio camino entre una película de época sobre la comunidad negra y el cine de gánsteres.

Pero a partir del segundo tercio del metraje, la película desbarra y se convierte en otra cosa: ahora es un 'slasher' de terror. Con los protagonistas (hay demasiados) en el club, empiezan a caer uno a uno como si fuesen moscas. Pierde peso el retrato de la época y lo gana el género de terror, que está bastante bien llevado.

Ahora bien, en el tercer tercio de la peli, nuevo cambio de género: ya no es una película de terror, sino una película de acción: tiros, carreras y acrobacias locas. Uno, que no entendía muy bien qué hacía Michael B. Jordan en una peli de época, de repente lo entiende: a pegar tiros. Como fan del género de terror, siempre me ha molestado que las pelis de miedo, al final, se conviertan en una de acción, del prota contra el monstruo. Aquí pasa. El monstruo pierde fuelle y lo ganan las guantás con la mano abierta.

Al final, para rizar el rizo, salto temporal que nos trae a nuestra era con una coda larga e insustancial que no aporta nada.

La peli no es tan terrible como la comento y tiene algunos puntos muy buenos: como ya he dicho, la primera mitad y la descripción de la vida de las comunidades negras en el sur de Estados Unidos. También, la música, que es buenísima, y la producción, muy bien cuidada. A la actriz Hailee Steinfeld también se lo ve pasándoselo bomba en su papel de 'femme fatale', cada vez más 'fatale'.

He leído en algún sitio que se supone que el monstruo es una metáfora del Ku Klux Klan y de la presión que ejercían sobre las comunidades negras del sur de los EUA, un poco en la línea de lo que hace Jordan Peele en sus películas ('Déjame salir', 'Us' y 'Nope'), donde el monstruo siempre es una metáfora racial. Si es el caso, a mí, en 'Los pecadores', me ha pasado totalmente desapercibido.

Entre unas cosas y otras, un 6.

Sorprendente mezcla de western, thriller, drama racial y terror sobrenatural que se cuece sobre ritmos de soul y blues, con un muy buen gusto escénico que solo puede apreciarse en su totalidad en una pantalla de cine y que se atreve con todo, sin limitaciones ni concesiones. La influencia de Abierto hasta el amanecer es innegable, si bien la película encuentra su propia personalidad en su propia apuesta racial y en algunos giros muy buen llevados.

El pecado sería no verla. Disfrútenla en el cine, a ser posible en una pantalla IMAX.

Sin ser una obra maestra del cine de terror (teniendo en cuenta su subgénero), en los tiempos que corren da gusto verla. Película original, buen reparto, muy buena ambientación, divertida cuando llega la acción... pero sobre todo es una auténtica gozada para los oídos.

Para mí lo que más le pesa es que tarda bastante en llegar a la chicha y puede hacer pensar que la película va por otros tonos y derroteros.

No iba con las expectativas muy altas con esta película y la verdad es que me ha encantado.

La ambientación me parece increible, los temas sociales que aborda, las actuaciones de todos los personajes (en especial Jordan haciendo de dos hermanos gemelos), con sus pequeños toques de terror y acción y una música impresionante.

Personalmente me quedo con la parte introductoria mas que con toda la de acción, me ha gustado mucho mas como te presentan todo y a todos, la parte de acción, aunque me ha gustado, me ha parecido demasiado apresurada.

Es cierto que tiene algunos momentos que me han parecido lentos, sobre todo casi al final, pero en general una película increible.

Sirva la música como mera afición, refugio emocional o necesaria forma de expresión artística, pero también como ese mágico portal que es capaz de atravesar, de maneras que ni tan siquiera podemos explicar, las entrañas mismas del alma humana. Como una suerte de conjuro mefistofélico, similar al que se dice que firmó aquel genio del blues llamado Robert Johnson, que se eleva hasta trascender más allá de la vida y la muerte. Como esa forma de epifanía a la que Ryan Coogler, aquí ya liberado de las ataduras de franquicias como 'Black Panther' o 'Creed', parece entregarse para concebir un proyecto mucho más personal, íntimo incluso, en el que el recurrente tema racial, tan presente a lo largo de toda su trayectoria, se irá articulando en torno a una explosiva conjunción de western sureño, relato pulp y thriller sobrenatural que discurre, además, bajo el hipnótico y endiablado influjo que solo la cuna del blues, a orillas del Mississippi, podía ofrecernos. La locura hecha cine en una película en la que nada es lo que parece y donde todo, por muy delirante que resulte, tiene cabida.

Mucho se ha hablado ya, de hecho, acerca de sus similitudes con ese otro desfase que fue 'Abierto hasta el amanecer', aunque, si bien la inspiración resulta evidente, 'Los pecadores' prefiere dejar de lado ese toque más gamberro para optar, en su lugar, por cierto tono reivindicativo. Sigue habiendo sangre y violencia, sí, pero siempre al servicio de una historia cuyo fuerte componente social, inevitablemente ligado a la América segregacionista de los años 30, se encargará de ir tejiendo un denso clima de tensión, casi palpable por momentos, donde poder elaborar su, por otra parte, sutil alegoría sobre el monstruo del racismo. Es cierto que la acción tarda más de lo deseable en arrancar, aunque se agradece el tiempo dedicado a la construcción tanto de su interesante universo conceptual como, sobre todo, de unos geniales personajes que nos acompañarán, siempre al electrizante ritmo del blues, a lo largo de esta singular experiencia en la que música, cine y excesos confluirán en una misma y salvaje noche para el recuerdo. El pecado, desde luego, sería perdérsela.

Quizás es que iba con las expectativas muy altas por la buena acogida que había tenido o es que simplemente no creo que sea tan buena peli de vampiros como nos venden, por lo que he acabado un poco decepcionado.

Los dos hermanos gemelos, Smoke y Stack, interpretados por Michael B. Jordan, deciden volver a su pueblo en la América profunda para montar un local de Blues donde ganarse la vida, esto no sería un problema, si no fuese porque nos encontramos en plenos años 30 y la segregación y el Ku Kux Klan están a la orden del día.

El problema para estos gemelos, que han estado en el Chicago de la época de Capone y en la I Guerra Mundial, por lo que sabemos que tienen recursos para sacarse las castañas del fuego, es que un intruso inesperado se ha fijado en su fiesta de inauguración y no tiene otro propósito más que aguarles la fiesta.

Como es habitual en el cine de Ryan Coogler, el racismo es uno de los temas principales, y con más razón tratándose de esa época, y aunque trate el racismo, tampoco la consideraría una película social, tampoco diría que es una película de terror, tampoco de acción... es más un batiburrillo de cosas que no me ha entusiasmado tanto como esperaba.

Con todo, consigue que la ambientación y la fotografía sean muy buenas, así como la música, el principal motor de la película, y en general las actuaciones están bien, pero quizás yo me esperaba un Abierto Hasta el Amanecer y me he encontrado con un Vampiros de John Carpenter. Algo de culpa tiene que tarda bastante en entrar en acción y una vez que lo hace es apresurada y con muchas decisiones cuestionables de varios personajes, como el que la chica asiática deje entrar a los vampiros a lo loco o que el borrachín se sacrifique para nada. Aun así, creo que todo este mundo que ha creado Coogler es interesante y podría dar más de si, como lo de los indios cazadores de vampiros , pero quizás debería centrarse en un género más específico.

Iba al cine sin esperar nada y menudo sorpresón me he llevado. Por suerte para bien, porque lo que me he enconrado ha sido una locura como las que a mí me gustan: arriesgada, violenta y sin complejos. En muchas cosas me ha recordado a Abierto hasta el amanecer, que también tenía todas esas virtudes que mencionaba, aunque en esta lo enfocan además hacia el drama racial, al menos de primeras. También se parece en que hay dos partes muy diferenciadas, una a modo de introucción y presentación de los jugadores, y la otra que es puro desfase. Hay otras sorpresitas que me voy a guardar para no chafarle nada a nadie, pero que desde luego serán lo que divida más al público. Unos la odiarán y otros se lo pasarán pipa. Yo por suerte estoy en el equipo de los segundos, ya que me ha funcionado casi todo: la sangre, los personajes, la locura y una banda sonora de escándalo. Hay buen gusto dentro de su despiporre y eso me encanta.

Se le va la pinza en muchos momentos, pero como decía al principio, se agradece que no sea conformista y se atreva con todo. Si os flipó Abierto hasta el amanecer, dadle una oportunidad. Juegan en una liga parecida.