Resulta curioso que un elemento tan destructivo como es el fuego sea considerado, a su vez, como símbolo de purificación. De renacimiento. Como esa fuerza devastadora y catártica a partes iguales a la que Dani de la Orden, de manera metafórica, somete a sus personajes en la aclamada 'Casa en flames', un interesante retrato sobre el colapso de una familia de la burguesía catalana concebido, de igual modo, como una ácida sátira sobre las muchas frivolidades de la clase acomodada. Sobre todas esas preocupaciones, casi siempre ligadas al seductor poder del vil metal, que girarán en torno a la venta de una propiedad cuya mera existencia, aquí erigida como ansiado objeto de deseo, se acabará convirtiendo, entre rencores reprimidos y secretos inconfesables, en un lugar de auténtica pesadilla. Problemas del primer mundo que, pese a todo, no impedirán que podamos empatizar con una serie de imperfectos personajes —cada uno más insoportable que el anterior— tan llenos de defectos como, al mismo tiempo, rebosantes de humanidad.

Sin embargo, y por muy humanos que resulten, el acto de fe que se nos pide para intentar comprenderlos sigue siendo, cuanto menos, titánico. ¿Cómo sentir compasión por personas tan egoístas, mentirosas e interesadas? No era algo sencillo y es por eso que la película, principalmente apoyada en largos diálogos y planos medios, no hace sino apelar a nuestras más primordiales emociones; a todo el cariño transmitido por la figura de esa sufrida e igualmente imperfecta madre —una fantástica Emma Vilarasau— que no dudaría ni un solo segundo, por mucha que haya sido la ingratitud recibida, en hacer cualquier cosa por sus hijos. Y no es que aguantar hora y media de desavenencias familiares sea plato de buen gusto, pero hay algo irremediablemente cercano en 'Casa en flames' que hace que cueste apartar la mirada de todo cuanto nos propone. Ya sea por su componente crítico, por su desgarradora instantánea de una familia en crisis o, simplemente, por su poética forma de recordarnos que, en ocasiones, es necesario que todo arda hasta sus cenizas para, cual ave fénix, poder volver a renacer.

Comedia drámatica familiar intensa. He empezado a verla en plan 'a ver qué tal' y no me ha dado un respiro. El reparto está muy bien, en especial Emma Vilarasau.

El inicio es bastante potente y ya habla mucho de los personajes y las relaciones que se van a presentar, unas dinámicas familiares con las que es fácil identificar similitudes con la vida real y la familia. Para bien o para mal, porque las únicas personas cuerdas son ***contenido con spoilers***

Reconozco que fiché esta película porque Dani de la Orden fue un invitado en el divertidísmo podcast de 'La Ruina'. Pero ahora entiendo el éxito que ha tenido en taquilla.

Bueno, leí en un artículo sobre que había tenido su éxito, además, las críticas en otras páginas también le era favorables, así que pues había que verla. Es un tanto extraña y quizás no me ha entusiasmado como a otras personas, pero si que me ha gustado, entiendo sus posturas, y la recomendaría, pues hay momentos en que las palabras golpean más fuerte que usando las manos.

-Cuando las verdades incomodan....

Pues una mujer, quiere pasar un finde con su familia.

Tiene un inicio impactante en no más de cinco minutos, y ya iremos viendo lo singular, particular de cierto personaje, pero que no será algo individual, pues cada uno/a de lo demás, también tiene sus cosas.....Luego vendrá ese desarrollo, en el que priman las situaciones de silencios incómodos, de "bomba dialéctica", pues van soltando como que no quiere la cosa sus pullas, sus comentarios con inquina.....etc. En ese tramo es el que ha habido momentos que me han parecido mejores que otros. Hasta que ya llega el último tramo, vamos a decir los últimos cuarenta y cinco minutos, ahí quizás esté lo mejor de ella, pues todo parece que explota de alguna forma, los sentimientos emanan, y hay alguna que otra escena para el recuerdo, ya sea ***contenido con spoilers***

Quizás esté la clave en que si te llegará a enganchar o no de alguna manera. Pero me ha llamado la atención en que es más que una película sobre drama/comedia familiar, pues termina saliendo temas interesantes, incómodos de los que podría salir un buen debate. ***contenido con spoilers***

De actuaciones, hay que destacar por encima del resto a Emma Vilarasau, está sensacional. También, realizan un buen trabajo tanto María Rodríguez Soto como Enric Auquer. Y bueno, por ahí aparece una bella Macarena García.

Una comedia dramática sobre una familia pija catalana durante un finde semana en su casa de la playa en la costa Brava, donde saldrán a la luz resquemores del pasado con consecuencias en el presente. La familia es de lo mas vario pinta, la madre que es la protagonista absoluta de la historia, interpretada por Emma Vilarasau la cual se marca un papelón, que me ha encantado, es una mujer separada, que ya se siente sola sus hijos cada uno hace su vida y ve la oportunidad de reunirlos a todos, sacando su egoísmo ***contenido con spoilers*** Luego su exmarido que viene con la novia (que parece que no moja pero...) y sus dos hijos, la mayor casada y con dos niñas y el hijo un joven bohemio cantautor de poco éxito, que trae a la nueva novia (Macarena García) interpretados por María Rodríguez Soto y Enric Auquer.
La historia esta muy bien contado desde el principio vamos conociendo a los personajes y se nos va haciendo al espectador una idea de como son. Con el paso de los minutos y tirando de la comedia con toques de drama se va construyendo la historia que se te pasa volando debido a la frescura del guion. Si es verdad que abarca bastantes temas desde el egocentrismo, la maternidad a las mentiras y la infidelidad, pero el director ha sabido gestionar y recolocar durante toda la película de forma estratégica.
Casa en llamas, es una película que la recomiendo, a poder ser en catalán, muy buena para ver un fin de semana por la tarde con su dosis de comedia y drama a la par, que te hará reflexionar sobre algunos temas de los que se tratan, dando pie a tener un debate al finalizarla.