Esta película es la prueba de que no hay que volver a ver comedias que te gustaron en la adolescencia al menos que sean clásicos del cine.

Por buena parte del metraje pensaba que no iba a reírme ni una sola vez, que no sería tan horrible si no reconociera perfectamente las escenas que me hicieron reír hace casi veinte años. Por suerte sí he llegado a reírme con alguna escena, pero ha sido tan puntual que lo único que me quedaba por disfrutar del film eran la trama y sus personajes.

La verdad es que la trama es de lo más cliché que te puedes echar en cara dentro de las romcom, con el protagonista «compitiendo» con un tipo que que es (al menos en la superficie) mejor que él; añadiendo un elemento no tan utilizado del protagonista decantándose primero por alguien que es peor partido, para darse cuenta luego de que prefiere a la otra persona (aunque en este caso no es exactamente una elección).

Y no es que una película no pueda funcionar si usa clichés, es que aquí el protagonista, para empezar se puede describir como «un completo gilipollas», que vemos ser un cabrón y un manipulador, sin embargo aunque no fuera así, es a todas luces un triunfador y no sé cómo debo empatizar con él por no ligar con una persona cuando precisamente una de las cualidades que le presentan es lo muchísimo que liga.

Podría ser porque la persona con la que le cuesta ligar ahora es su antiguo amor de adolescencia, pero es que como digo, durante la mayor parte del film le miente y engaña para acostarse con ella.

Lo fácil para que empatizáramos hubiera sido que la historia tuviera lugar mientras era adolescente y estaba en la friendzone (aunque sea mucho más cliché), pero incluso en esos pocos minutos iniciales en el que lo vemos como el pringado enamorado de su mejor amiga puedes darte cuenta de que es un «nice guy» de manual.

En definitiva, es una película entretenida y no muy larga, pero cuyo revisado ha resultado una decepción, aun así está bien para echar la tarde si sabes a lo que vas.

Canto navideño a la friendzone

La película en si es una castaña, comedia romántica para adolescentes, cortada como todas por el mismo patrón, pero tiene detalles que la hacen aprovechable.

Anna Faris, es la de Scary Movie, quiero decir que para mi gusto no es una gran actriz, pero ese personaje cómico de loca/boba lo borda. En los primeros años de los 2000 estaba en la cima del éxito de la comedia adolescente y creo que por eso la meten con calzador, pero aunque no sea necesario su personaje, hace reír, lo consigue de nuevo.

Y digo que no es necesario, porque con Ryan Reynolds habría sido suficiente. Nunca lo entendí como galán, para mi su vis cómica siempre estuvo por encima. Alcanzaría su cima tiempo después con Deadpool, pero llevaba años mostrando sus dotes de ganso, y también está en su salsa.
La relación con su hermano pequeño y su "I swear" han salvado de la quema una película bastante floja.

El romance es bastante soso y la peli en sí es una más del montón.