Con la saga de Harry Potter no puedo ser objetiva, así que fui a ver esta película con toda la ilusión que me despertaba volver a vivir la magia del mundo creado por J. K. Rowling. No, claro que no es Harry Potter, de hecho este intento de saga ni siquiera está basada como tal en una novela, sino en lo que vendría siendo un diccionario de criaturas bien cortito, por lo que como adaptación es totalmente libre a la hora de crear la historia.

La historia ocurre setenta años antes de la primera película de Harry Potter y está protagonizada por el magizoólogo Newt Scamander, antepasado de alguien con quien se casaría más adelante un personaje muy querido de la otra saga, por cierto, e interpretado por Eddie Redmayne, que estaba muy de moda tras unos años de películas muy buenas.

Aunque hay una trama, obviamente, para justificar que quisieran hacer cinco películas y que pretendía enlazar con los acontecimientos de La piedra filosofal, aquí venimos a ver animales, como dice el título. Veremos criaturas que ya habíamos visto en las otras películas, pero también conoceremos a otras, cada una completamente diferente con sus características y su hábitat, y nos irán hablando de algunas de ellas, aunque el protagonista indiscutible es el escarbato. Gracias a estos animales y al trabajo de Newt, terminará envuelto en unas cuantas aventuras por Nueva York junto a dos miembros del Ministerio de magia de Estados Unidos (MACUSA) y un no-maj, lo que en Reino unido se conoce como muggle.

Recuerdo estar en el cine con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos brillantes, sintiéndome de nuevo esa niña que seguía las aventuras de un joven mago, pero ahora viendo estos animales fantásticos, y sobre todo terminar con la mandíbula desencajada por el giro del final que no me esperaba en absoluto y que adelantaba lo que vendría en la segunda parte.

Un regalo para los fans tras haber terminado la saga principal, y una forma de acercar el mundo mágico a quienes no lo conocían aún, de una manera diferente e independiente sin necesidad de conocer los libros ni las otras películas pero que puede hacer que más de uno quiera acercarse a ellos.

Esta temática de fantasía y magia no me termina de enganchar, ya me pasó con la saga de Harry Potter, no son un desastre ni mucho menos, pero no me fascina lo que veo y en esta película me pasa lo mismo, hay muchas cosas positivas pero la temática se me hace bola en muchos momentos.

Lo mejor sin duda son los efectos especiales y las interpretaciones que en general son buenas, a mi el actor Eddie Redmayne me parece un actor muy interesante y le viene como anillo al dedo esta película. Pero la trama la veo excesivamente infantiloide y en algunos momentos me aburre, no hay nada que me parezca atractivo, tengo la sensación de que es muy lineal y sin giros interesantes en el argumento.

Si te gusta la temática de la magia y además eres amante de los animales esta película la vas a disfrutar mucho, con muchos animalejos extraños que van apareciendo a lo largo del desarrollo, pero si la temática de la magia no es tu fuerte, esta película se te va a hacer larga y aburrida.

Ha sido empezar la película y de repente era como tener quince años menos y estar esperando a que diera comienzo la magia de Harry Potter. Aunque esta saga sea independiente de la historia del mago, la sensación que me ha dejado ha sido la misma, claro que también ayuda el hecho de compartir parte de la banda sonora. Es una preciosidad de película, y al mismo tiempo mucho más compleja y oscura de lo que me esperaba (me sorprendió la calificación para mayores de 7, pero ahora la entiendo). Las criaturas fantásticas son la mera excusa para presentar lo que vendrá después.
Ha habido un momento cerca de la mitad en que se me ha empezado a hacer larga, pero de repente llega ese subidón y una revelación inesperada (al menos yo, sabía de esa aparición en la siguiente película, pero no ya en esta) y compensa con creces los breves momentos más flojos.
Eddie Redmayne... le conocí hace años interpretando a Jack en Los pilares de la tierra y desde entonces no ha dejado de encandilarme con esos gestos huidizos y esa mirada tímida de alguien que nunca está seguro de encajar en el lugar en que se encuentra y en este caso, alguien que se siente más cómodo entre las criaturas fantásticas que entre las personas. Es el perfecto Newt Scamander. Los demás personajes también están muy logrados, el nomag Jacob, la dulce Queenie, Credence, Graves... precisamente Tina es quizá la que me ha dejado más indiferente, y los miembros del Macusa bastante sosos también, aunque tiene su sentido ya que hablamos de 1926 y las cosas eran muy distintas a las que conocemos.
Las menciones al mundo Potter, pocas pero suficientes: Hogwarts, Dumbledore, la familia Lestrange, el bowtruckle y el escarbato (qué cosa más adorable) que aunque no aparecían en las películas de HP sí se mencionan en los libros, el símbolo de las reliquias de la muerte, por no hablar de toda la historia de Grindewald que se desarrollará en las siguientes...

Ay... lo feliz que habría sido Hagrid trabajando con Scamander!!!

Está bien pero no es nada del otro mundo, aunque vino a quitarnos un poco de vacío tras el final de la saga de Harry Potter, una saga que marcó una época, nuestra época.