Katia Krafft

Katia Krafft, nacida como Catherine Marie Joséphine Conrad el 17 de abril de 1942, en la comuna de Soultz-Haut-Rhin, en Alsacia, hija de Charles y Madeleine Conrad.

Desde pequeña, Katia Krafft mostró un carácter fuerte, a veces hasta el punto de ser turbulento. Sus padres, Charles y Madeleine, un obrero y una profesora respectivamente, querían que su hija se estableciera y por ello la enviaron a realizar parte de sus estudios en un colegio religioso. Se convirtió en maestra de escuela y luego en profesora de matemáticas, después de aprobar el examen competitivo para la Escuela Normal Superior en 1957 y estudiar física y geoquímica en la Universidad de Estrasburgo. En 1969 recibió el premio de la Fundación de la Vocación por sus trabajos en vulcanología.

En 1966 conoció a Maurice Krafft en la Universidad de Besançon y se casaron en 1970. Con poco dinero, los Krafft ahorraron para pagar un viaje a Stromboli y fotografiaron sus erupciones volcánicas casi continuas. Al darse cuenta de que la gente estaba interesada en documentar erupciones, rápidamente hicieron una carrera filmando erupciones volcánicas, lo que les permitió viajar por todo el mundo. Durante 25 años viajaron juntos por el mundo, él prefiriendo la cámara, ella la cámara de fotos; Los científicos estadounidenses apodan a Katia y Maurice Krafft como los diablos del volcán, lo que refleja un sentimiento de admiración y reconocimiento por el entusiasmo y la pasión por la profesión expresados ​​por la pareja de vulcanólogos franceses.

Katia y Maurice Krafft realizaron numerosas expediciones por todo el mundo: Italia, Islandia, Indonesia, África, América, Reunión, Hawai, Nueva Zelanda, recogiendo numerosos documentos sobre volcanes en erupción o capaces de despertar, como máximo ocho al año, 175 durante toda su carrera, excepto los de la URSS por razones políticas. Son más que fotógrafos y cineastas. Él, como geólogo, y ella, como química y física, son verdaderos científicos cuyas imágenes, muestras y descripciones detalladas de los fenómenos eruptivos proporcionan elementos esenciales para comprenderlos. En veinticinco años de actividad, Katia y Maurice Krafft han reunido un patrimonio iconográfico verdaderamente excepcional: más de 300.000 fotografías, 300 horas de película, 20.000 obras relacionadas con la geología, unas 6.000 litografías y pinturas antiguas.

El 3 de junio de 1991, aproximadamente a las 4 p. m. hora local, el monte Unzen entró en erupción, enviando flujos piroclásticos por sus laderas, matando a 37 personas, incluidos los Krafft y su colega vulcanólogo Harry Glicken. El 5 de junio, las autoridades locales y la policía de Shimabara informaron que los equipos de búsqueda militares habían encontrado los cuerpos de Glicken, Katia y Maurice Krafft. Los Krafft fueron encontrados cerca de su coche, tendidos uno al lado del otro bajo una fina capa de ceniza.

Los restos de Katia y Maurice Krafft fueron incinerados en Japón en un funeral católico y sus cenizas fueron colocadas en la tumba familiar de Katia Krafft en Alsacia.